GESTIONANDO LA COMPLEJIDAD DE LA CADENA DE SUMINISTRO Parte 3: Complejidad en la Cadena de Suministr
La cadena de suministro se puede ver como la integración de tres grandes subsistemas: El subsistema de abastecimiento, el subsistema de producción y el subsistema de distribución. En cada uno de estos subsistemas se encuentran presentes los diferentes atributos de la complejidad:
Complejidad en el abastecimiento
En el abastecimiento, la empresa adquiere materiales que son trasladados desde las instalaciones del proveedor a través de toda la red de abastecimiento de la empresa; los principales elementos aquí involucrados son entonces los materiales, los proveedores y cualquier otro medio requerido para el almacenamiento y traslado de los materiales. Entre mayor sea la cantidad y variedad de proveedores, almacenes, materiales, vehiculos, etc. mayor tenderá a ser la complejidad de todo el proceso. Adicional al factor tamaño, existe la incertidumbre asociada al tiempo de suministro y la incertidumbre asociada a la calidad de los materiales. La incertidumbre en el tiempo de suministro se refiere a que los tiempos de producción y entrega del proveedor así como los tiempos de los medios de transporte utilizados para el traslado no son constantes y por lo tanto no es posible conocer con certeza el momento de llegada de los diferentes materiales. La incertidumbre de la calidad de los productos se presenta porque las especificaciones técnicas de los materiales recibidos pueden variar desde el momento mismo en que son embarcados desde las instalaciones del proveedor o en otros casos, son alteradas como resultado de las condiciones ambientales o de traslado de los productos.
Complejidad en la producción
Los elementos involucrados en el proceso productivo varían dependiendo del producto o servicio, pero en general se pueden clasificar en máquinas, subensambles, dispositivos de almacenamiento, dispositivos de transporte, herramientas, respuestos, operarios, materiales e insumos. La cantidad y la variedad de estos elementos tiende a ser significativo incluso para la fabricación de los productos más sencillos haciendo del proceso productivo una de las etapas más inestables y complejos dentro de la cadena de suministro.
En la gran mayoría de los casos, los programas de producción no se cumplen debido a los múltiples imprevistos que se pueden presentar y que afectan el flujo normal de la producción: Las máquinas fallan, las herramientas se rompen, los repuestos críticos no funcionan, los materiales o los insumos no cumplen con las especificaciones de calidad requeridas, el factor humano esta sujeto a los accidentes, ausentismo y variabilidad en su productividad, incluso las condiciones ambientales pueden afectar el flujo normal de la producción; como resultado las reprogramaciones, reprocesos y ajustes al programa son frecuentes lo cual aumentan los tiempos de preparacion de las máquinas, horas extras y se generan costos de producción mayores a los esperados.
Complejidad en la distribución
La complejidad en la distribución es el resultado de la incertidumbre de la demanda, la complejidad de la red de distribución y la complejidad de los productos.
Incertidumbre de la demanda: la cadena de suministro se diseña para responder a la demanda de los clientes y por lo tanto, la incertidumbre en este aspecto se propagará a los demás procesos de la cadena dificultando balancearla con la capacidad y planificar apropiadamente la producción. Sin importar cuán sofisticados sean los métodos de pronóstico empleados, siempre existirá un grado de incertidumbre como resultado de los múltiples factores que afectan la demanda y de los cuales nunca se dispone de la información suficiente para incorporarlos en los modelos de pronóstico.
La complejidad de la red de distribución: estará determinada por la cantidad y variedad de almacenes, centros de distribución, tipos de vehículos, personal, zonas geográficas y número de clientes. Entre mayor sea la cantidad de estos elementos, mayor sera el número de posibles conexiones entre ellos y mayor el número de órdenes, actividades y políticas de servicio que se deberán administrar.
Complejidad de los productos: Cuando se habla de complejidad en los productos el atributo de tamaño esta determinado por la cantidad de productos que conforman el portafolio de productos y servicios. El atributo de número de interacciones se oberva cuando dentro de un mismo portafolio de productos, algunos de ellos pueden estar relacionados ó ser mutuamente dependientes, esto significa que la demanda de un producto puede afectar la demanda de otro. Dicha dependencia se puede manifestar como una correlación positiva o negativa. Una correlación es positiva si el aumento o disminución de la demanda de un producto genera a su vez un aumento o disminución de uno o mas productos; la correlación se denomina negativa si dicha dependencia es inversamente proporcional como en el caso de los productos sustitutos donde la escasez de un de ellos ocasiona un incremento en la demanda de otro. Además de la interrelación que se presenta entre productos terminados, puede existir interrelación a nivel de sus componentes o materiales utilizados para su fabricación. Es decir, el grado en que diversos componentes, subensambles o materiales son comunes ó compartidos entre diferentes productos terminados.
El atributo de variedad o diversidad consiste en el grado de homogeneidad dentro de los productos que conforman el portafolio y que suele ser el resultado de estrategias de mercadeo orientadas a ofrecer a sus clientes multitud de opciones y alternativas similares lo cual suele generar una explosión en documentación y procedimientos que se transfieren a lo largo de toda la cadena: listas de materiales, rutas de proceso, tipos de empaques, publicidad, planos o diseños, fichas técnicas del producto, órdenes de compra, etc.
Finalmente encontramos la complejidad asociada al diseño mismo o “geometría” del producto y que consiste en el conjunto de características o especificaciones técnicas que el producto debe cumplir una vez terminado las cuales pueden requerir de maquinaria muy sofisticada o de materiales especiales.
Acerca del autor:
Carlos Amézquita es instructor asociado de Sigmacol para la gestión de la cadena de suministro, Planeación y Gestión de la demanda y Gestión de inventarios. Administrador de Empresas con Especialización en Gerencia Logística Integral de la Universidad Militar, cuenta con 20 años de experiencia profesional desempeñándose como consultor de importantes empresas del sector privado. También ha ocupado diversos cargos ejecutivos como Gerente de Logística para Suramérica en las operaciones de Abastecimiento, Planeación, Almacenamiento y Transporte, de Colombia, Panamá, Venezuela, Ecuador y Brasil. Se ha desempeñado como líder de Planeación enfocándose en la Planeación de la Demanda y la Planeación Operativa.